Reflexiones sobre mi clase memorable

Reflexiones sobre “mi clase memorable”

Retomando lo que sostenía “Merlí” respecto a lo que interpreta como una clase memorable, debo reconocer que si bien cuando concluí "esa clase", experimenté cierta felicidad por la empatía lograda, a la luz de las teorías del aprendizaje fue bastante anticuada.

Aun cuando recurrí a situaciones que viven cotidianamente los alumnos, como el análisis de la elección que había hecho al momento de sonar sus alarmas (nuestro viejo despertador) en la mañana, el proceso de aprendizaje se mantuvo centrado en contenidos y enfoque se acercó más al proceso de aprendizaje por recepción que al proceso de aprendizaje por descubrimiento.

Conforme a esto, las teorías del aprendizaje puestas en práctica fueron el conductismo (no al nivel de repita 10 veces, pero sí en relación a contenidos estructurados, dosificados y seguidos de actividades que permitan la evaluación de la apropiación de contenidos); y el cognitivismo (presente tímidamente a través de la resolución de casos propuestos en clase y la puesta en común de metodologías, conceptos y/o resultados).

Asociado al constructivismo solo encuentro el hecho de que les ofrezco a los alumnos una gama de autores que ellos pueden seguir (disponibles en papel o en formato electrónico), dependiendo de cuáles sean sus habilidades cognitivas y sus necesidades, y se los evalúa respecto a la elección que hicieron. Pero hasta ahora, no han hecho uso de esas libertades, quieren material de cabecera único.

Más lejos estoy, aún, del conectivismo. Me siento cómoda con la tecnología en general, pero todavía no he sido capaz de utilizarla plenamente en el proceso de enseñanza - aprendizaje. Uso algunas herramientas digitales, pero no en todo su potencial. Tengo perfiles en redes sociales, pero como muchos (y sobre todo mis tutoras) habrán observado, participo poco.

Sin embargo, reconozco algunas de las características de la “clase poderosa” de Mariana Maggio: da cuenta de un abordaje teórico actual, induce a pensar al modo de la disciplina, mira en perspectiva el tema propuesto, está formulada en tiempo presente. Tarea pendiente, incorporar las otras características.

Me encuentro, todavía, en mi zona de confort. La velocidad de respuesta de las redes y la cantidad de información disponible, si bien las valoro, me apabullan. El tiempo que le dedico a aprender el uso de herramientas digitales para aplicar al proceso de enseñanza - aprendizaje compite con múltiples usos alternativos de mi tiempo; y la ubicuidad, que muchos consideran una ventaja, para mí es un arma de doble filo y me reta a hacer un esfuerzo adicional por gestionar adecuadamente el tiempo. La rapidez del cambio tecnológico hace que cuando empiezo, mínimamente a dominar una aplicación o herramienta, ya esté disponible otra más poderosa. La burbuja digital de la que habla Cristóbal Cobo. 

La llave que estoy buscando es la que me permita adquirir aquellas competencias digitales que enriquezcan el  proceso de formación de ciudadanos críticos y con capacidad de adaptación a entornos cambiantes, que sean capaces de pensar y utilizar la tecnología en su justa medida. ¿La encontraré?

¡Hasta la próxima entrada!


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