¿Y si abrimos el juego a otros agentes evaluadores?


Seguimos creciendo. Este nuevo módulo continúa ampliando mis concepciones del proceso de evaluación al incentivarme a pensar la evaluación cómo aprendizaje.  

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En mi práctica docente, la heteroevaluación, la unidireccional, la del docente al estudiante, ha sido  sin lugar a dudas  la gran protagonista. Es hora de abrir el juego. 

A la heteroevaluación, la puedo enriquecer con la autoevaluación y la co-evaluación. Ambas son elementos fundamentales de la evaluación formativa. En la autoevaluación cada uno se evalúa así mismo mientras que en la co-evaluación cada uno evalúa a sus pares. Mercedes Marín aclara que no necesariamente estas estrategias van a acreditar saberes, pero sí van a "diversificar y multiplicar las posibilidades de aprender". Por lo tanto, las voy a hacer convivir.

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Según Linda Castañeda, a nivel universitario, la evaluación debería concentrarse en los últimos tres niveles de la taxonomía de Bloom (analizar, sintetizar y evaluar) y además, debería ampliarse para incluir la metacognición y la autorregulación y la autodirección. La metacognición y la autorregulación suponen que el estudiante es capaz de aprender a aprender, es decir sabe cómo buscar conocimiento nuevo; y la autodirección implica que el estudiante es capaz de decidir sobre sus aprendizajes, de buscar y gestionar nuevas formas de aprender. La autoevalución y la co-evalución favorecen la metacognición. 

Estas dos formas de evaluar son el punto clave de la actividad propuesta en el módulo 4: crear una rúbrica para evaluar un trabajo grupal. Además de estudiar y analizar el material propuesto, pudimos experimentar en carne propia el proceso de autoevaluarnos y co-evaluar la actividad grupal realizada en el Módulo 3.

La mayor parte de las actividades que nos han propuesto en este curso de evaluación las he puesto en práctica. El instrumento de evaluación de la Actividad 1 lo utilicé para realizar evaluación formativa en el marco del Módulo Teoría del Consumidor. La rúbrica de la actividad 5 fue el asistente de evaluación y los resultados del aprendizaje a evaluar estaban relacionados con los tres últimos niveles de la taxonomía de Bloom.  Hice retroalimentación utilizando la escalera del Wilson y el protocolo SER (seguir haciendo, empezar a hacer, reformular). 

Aprovechando las economías de escala, voy enriquecer el proceso de evaluación del Módulo Teoría del Consumidor promoviendo la autoevaluación y la co-evaluación. El instrumento de evaluación explicita los resultados del aprendizaje y contempla la creación, en forma cooperativa, de una infografía. Y esta actividad es la que voy a evaluar con la nueva rúbrica.

La herramienta utilizada para la creación de la rúbrica es la Hoja de cálculo de Google y el complemento Corubrics. Luego de lidiar con GSuites, y poner a prueba mi paciencia y la paciencia de Eli Barroso (mi tutora), conseguí compartir el formulario en el mural digital del grupo Jazmín, con todos los permisos correspondientes.

Mientras trataba de resolver el tema de "permisos" de GSuite, hice una copia de la rúbrica propuesta, agregué en la hoja Alumnos a todos los estudiantes de Microeconomía II y generé el formulario correspondiente. Debido a que todos ellos tienen correo institucional, no tuve ningún inconveniente para compartirlo. Es más, recibí más de la mitad de las respuestas antes de que Eli pudiera acceder a la rúbrica que compartí en padlet.



Ya completé la rúbrica analítica del instrumento de evaluación, y los estudiantes recibieron su retroalimentacíón. El martes, rindieron el examen parcial "cuasi-tradicional" realizado en Cuestionarios de Moodle, el que tengo que empezar a evaluar apenas termine con esta entrada. Terminada esa tarea, analizaré los resultados de la autoevaluación y de la co-evaluación. Y con toda esta información, mi idea es hacer la retroalimentación del primer módulo.

En la próxima entrada, les cuento como sigue la historia ...






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